Cuando uno ha pensado que ya lo ha visto todo no puede estar más equivocado, el ser humano sigue recorriendo fronteras inexploradas y parafraseando Albert Einstein podemos afirmar sin riesgo de error que "sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera."
Tenemos la oportunidad de ver nuevamente que el Sr. Einstein no se equivocaba, al menos en parte, en su aseveración. Hoy he descubierto una variante del llamado turismo militar, ya conocía el turismo histórico militar y el turismo arquitectónico militar, incluso el turismo de campos de batalla,pero hay uno nuevo, el que paso a denominar turismo estúpido militar.
El turista es un animal exótico, un ser inquieto de movilidad elevada, sueño corto y profundo. Su hábitat, cualquier lugar del mundo, su interés, todo y nada ya que no suele prestar atención al detalle que diferencia la calidad de lo grandioso del o simplemente grande, pero a lo que iba, solo el turista es capaz de buscar experiencias donde debería de poner pies en polvorosa.
Cosas que puede hacer un occidental en bermudas en Camboya, ¿conocer la impresionante ciudad de Angkor, Patrimonio de la Humanidad? no, mejor contratar con una empresa local el disparo de munición de guerra, espero por su bien que no sean excedentes caducados, por ejemplo un RPG.
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