La muerte es una de las armas más poderosas, la misma muerte o el peligro de que esta nos alcance.
El valor por su parte no es otra cosa que el control del miedo y el heroísmo su superación mezclado con locura momentánea e irrefrenable, pero hay una herramienta de superación del miedo a la muerte, una herramienta tan antigua como la vida misma y que no es otra que la motivación, motivación que nos lleva siglos después a sentirnos unos héroes capaces de afrontar el miedo y la muerte, capaces de todo y ante todo.
Hoy veremos el que considero más bello de los parlamentos ante la batalla y la muerte, el discurso supremo de un genio en boca de un Rey.
Bienvenidos al día de San Crispín.
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