
La Orquesta Filarmónica de Nueva York dio un magnífico concierto en Pyongyang, algo nunca visto, y lo que es más raro todavía es que una delegación más que numerosa de occidentales visitaron la ciudad norcoreana y disfrutaron de la hospitalidad asiática.
Esperemos que solo sea el primer paso de un largo camino y para celebrarlo algo único, el himno norteamericano en el corazón del gran bastión comunista.
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