Despegar de un portaaviones es una tarea que entraña un cierto riesgo, uno de los motivos es que no es posible abortar el despegue una vez que ha comenzado, al menos cuando el sistema utilizado es el de catapultas.
Si algo falla poca salida tiene el piloto y casi siempre lo mejor que puede hacer es eyectarse y esperar que nada más salga torcido, a esto lo podemos denominar un doble lanzamiento.
Hoy veremos como se suceden los acontecimientos en el Charles de Gaulle.
1 comentario:
Mala fortuna o fallo de todos
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