Una vez un piloto de un A-10 Thunderbolt dijo que volar en ese avión era como intentar pilotar un cañón fuera de control y razón no le faltaba.
Cuando ese brutal cazacarros abre fuego con su cañón toda la célula recibe una sacudida bestial y el piloto nota que entre sus piernas tiene un arma impresionante. Ego puro para sus pilotos.
Hoy veremos los efectos de ese cañón.
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