Tristemente ETA ha dejado su huella otra vez, una furgoneta, cien kilos de explosivos y una casa cuartel de la Guardia Civil.
Juan Manuel Piñuel Villalón ya no podrá cogerla de la mano y salir corriendo, pero hoy, como homenaje a la gente de las casas cuartel Kiko Veneno nos ofrece su poesía musical.
Antes de acabar una cosa más, hay otros españoles que viven en casas cuartel, bases las llaman y para ellos es imprescindible que los doten de MRAP ¿a qué esperamos?
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