Francia se ocupó de mimarlo, criarlo como a un pequeño príncipe, fortalecerlo como a un guerrero y hacer que sus alas fueran poderosa.
Israel quiso poseerlo, disfrutarlo y hacer sentir su poder a sus enemigos, pero todo se truncó porque de Gaulle no permitió volar al hijo de Francia para los herederos de David.
Sin saberlo, de Gaulle había fecundado el óvulo del Kfir con el semen del Mossad que se ocupó de proveer a su industria del alma del príncipe francés, el Mirage 5 se llamaba ahora "el cachorro de león".
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