Hay aviones que marcaron épocas en la aviación y el de hoy fue un referente en los sueños de los pilotos de caza occidentales. Era el objetivo de muchas misiones de interceptación, un monstruo repleto de bombas y misiles capaces de hundir un portaaviones o lanzar un ataque nuclear, era el Gran Oso Rojo de los cielos, el bombardero Tupolev Tu-95 Bear.
Hoy siguen volando, siguen imponiendo el respeto ganado a pulso durante décadas en diferentes países porque ya se sabe, no hay que vender la piel del oso ante de cazarlo.
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