Gran parte del planeta fue consciente del problema que supone un secuestro aéreo con los acontecimientos del 11S. Hasta ese momento los secuestros de aviones suponían un problema básicamente para los pasajeros y tripulaciones secuestradas pero con el 11S todo cambió, el peligro ya no estaba dentro del avión, el peligro era el avión.
Lo que muchos no saben es que los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono no era una innovación terrorista, hacía ya unos años, exactamente el 24 de diciembre de 1994, un comando terrorista de componente islamista radical secuestraba un avión de Air France.
El vuelo era el 8969 con 170 pasajeros, la ciudad Argel y las intenciones estrellarlo contra la Torre Eiffel en pleno corazón parisino. Tres días duraron las negociaciones con los terroristas ya que el Gobierno argelino se negaba a una intervención de las fuerzas especiales francesas para liberar el avión. Tres rehenes fueron ejecutados en ese periodo, un policía argelino, un diplomático vietnamita y un ciudadano francés. Sus cadáveres lanzados a la pista.
Tras esta situación se da permiso para despegar rumbo a Francia y en pleno vuelo cazas franceses desvian el avión a Marsella donde esperaban los GIGN, al llegar el avión los terroristas asesinaron a un cuarto pasajero y se desencadenó el asalto donde murieron los secuestradores.
Hoy veremos como sucedió todo.
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