La perfección de los diseños modernos no dejan de asombrarnos, claro que igual de asombroso era hace 500 años ver un grupo de arcabuceros abrir fuego y destrozar al enemigo pese a sus armaduras.
Así pues el tiempo, como ya dije en alguna otra ocasión, es algo relativo. Tan pronto podemos viajar en él 500 años atrás como ralentizar las décimas de segundo a nuestro antojo para ver lo que este mismo tiempo nos esconde, manipulemos el reloj para ver lo que sucede cuando se abre fuego desde un carro de combate.
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