La guerra del Vietnam marcó una generación americana con tal fuerza que modificó los cimientos de la nación, pero este conflicto moderno truncó no solo la vida de muchos americanos sino la de cientos de miles de asiáticos.
Los pueblos solo están dispuestos a realizar el sacrificio supremo de la propia vida de forma sostenida cuando luchan por lo que consideran justo e irrenunciable, cuando esto no es así solo puede suceder una cosa, el desastre colectivo y la quiebra social.
Una pena que los dirigentes no acaben de comprenderlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario