Cada nación desarrolla su propia estrategia defensiva en función de sus necesidades nacionales, esta suelen estar determinadas en la mayor parte de los casos por tres factores, primero por su entorno natural, segundo por sus enemigos potenciales y tercero por su capacidad económica.
Los factores referenciados pueden variar en orden importancia pero juntos forman el germen de lo que será la doctrina defensiva de una nación.
En el caso de Finlandia nos encontramos con un entorno natural muy duro, boscoso y de bajas temperaturas, con costas recortadas y más de 180.000 islas que defender. Su enemigo potencial más complejo es sin duda alguna Rusia, un gigante enorme difícil de parar de forma convencional y su capacidad económica elevada.
Todo lo anterior establece una clara estrategia defensiva,muy adaptada a su entorno natural, bien dotada tecnológicamente y con un presupuesto elevado.
Nacen así sistemas de combate como los buques lanzamisiles de la clase Hamina que hoy conoceremos un poco más.
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