Una de las construcciones militares más sorprendentes de la historia es el Coliseo de Roma.
Un lugar que se edificó para ver combatir a los hombres hasta la muerte para el simple disfrute de miles de espectadores sedientos de emociones fuertes que los evadiesen de la dura vida diaria.
Carnicerías auténticas vieron esas milenarias piedras que ahora son una de las siete maravillas del mundo moderno.
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