Del norte suele llegar un viento frío, recio, duro y blanco, al menos en el hemisferio norte.
En algunos casos este viento norteño nos anuncia cambios climáticos, lo que nos da la señal de que es hora de buscar abrigo y prepararse para épocas de sensaciones rudas donde la piel pierde el contacto con la vida externa rodeada de capas gruesas de abrigo.
Esa misma sensación es la que se siente cuando se ve a un Gripen acercarse con ánimo de buscar pelea, frío intenso, hielo en la sangre más caliente, miedo blanco como la nieve.
En su elemento es un lobo ártico, no es el más fuerte, no es el más rápido, no es el más grande ni el más listo, pero sí es un superviviente nato. Hace de todo en cualquier sitio y eso le da un plus de peligrosidad.
Veamos al Saab JAS 39 Gripen
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