Casi todo lo que mata no se ve a simple vista, una infección, una bala, un torpedo, una bomba, hasta la vejez que te alcanza sin que seas consciente de ella.
El caso es que todo lo citado es visible si se pone la atención adecuada o si frenamos el tiempo lo suficiente, y de eso se trata, de ralentizar lo veloz para mostrarnos las cosas con mayor claridad.
La onda expansiva es quizás la forma de matar más barata e invisible, aire empujado con la fuerza de mil titanes en una fracción de segundo, aire invisible que derriba la realidad visible, aire limpio que hace el trabajo sucio.
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