jueves, marzo 29, 2007

Sentir la llamada

Las Fuerzas Armadas son cada vez más parecidas a la Iglesia Católica ya que hay que sentir la vocación fuertemente para alistarse.

Los sueldos no son gran cosa, hay que renunciar en buena parte a una vida familiar normal, la sociedad no suele entender tu vocación, te pueden destinar a cualquier parte del mundo y puedes morir por tus creencias. ¿Alguien distinguiría así a un militar de un religioso? La respuesta es no.

Para "captar" fieles los Gobiernos tienden cada vez a lanzar campañas más suaves, los ejércitos se transforman así en ONGs hipervitaminadas. En el caso que veremos hoy, tras un pequeño flash introductorio de maniobras y armamento, el ejército indio por arte de magia se convierte en un club social de alto nivel.

Cosas de la publicidad.


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