Hoy alcanzamos el punto y final de nuestra historia, un relato que nació como un simple pasatiempo narrando lo que sucedía en una partida virtual de un entretenido juego de mesa naval y que se convirtió en todo un ensayo novelesco de aventuras con un final sorprendente para mi mismo que capitaneaba el HMS Repulse.
Solo espero que los que lo han seguido lo pudiesen disfrutar como yo lo he hecho y los que no se han animado que lo hagan; se que leer en un monitor requiere un esfuerzo mayor del habitual, tan acostumbrados estamos a las imágenes que nos cuesta detenernos en los textos, pero os lo recomiendo encarecidamente porque la lectura nunca es tiempo perdido, ni siquiera las líneas de este aprendiz de escritor dominical.
Pasaos al blanco sobre negro del blog Diario de una batalla
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